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El  militar en uso de buen retiro, fue interceptado por sicarios que lo acribillaron cuando se movilizaba en moto con su compañera sentimental

La violencia contra los miembros de la fuerza pública no da tregua en Córdoba. En un nuevo capítulo del presunto plan pistola que sacude al departamento, el soldado José Francisco Espitia fue asesinado a sangre fría por hombres armados que lo interceptaron cuando se desplazaba en motocicleta junto a su pareja sentimental, en zona rural de Chimá.


Según testigos, los asesinos obligaron a la mujer a descender del vehículo y, sin mediar palabra, dispararon repetidamente contra Espitia, quien murió en el acto. La mujer, ilesa, presenció el brutal ataque y dio aviso a las autoridades.


Espitia, quien se encontraba de permiso, se convierte en la segunda víctima mortal de este jueves 24 de abril. Horas antes, en el corregimiento Las Palmitas de Ciénaga de Oro, el patrullero Aldair Urango, adscrito al Departamento de Policía de Medellín, fue acribillado por hombres que también aprovecharon que no portaba uniforme ni arma de dotación.


Ambos crímenes se suman al atentado ocurrido menos de 24 horas antes en el municipio de Santa Cruz de Lorica, donde el subintendente Yeiker Morelo Guzmán fue atacado por la espalda cuando se encontraba fuera de servicio. El uniformado permanece en una clínica de Montería, en estado crítico, luchando por su vida.


Los tres casos comparten un patrón escalofriante: las víctimas eran miembros de la fuerza pública, estaban de permiso y no vestían uniforme. Las autoridades, por su parte, manejan como hipótesis principal que se trata de una ofensiva sistemática —un plan pistola— contra los hombres y mujeres de la institución.


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