El entierro se llevará a cabo el sábado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, donde el pontífice pidió ser sepultado. |
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, destacó que todo ha transcurrido con normalidad gracias a la buena coordinación de los servicios públicos. El funeral se realizará el sábado en la Plaza de San Pedro, y luego el féretro será llevado en cortejo fúnebre hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde el Papa dispuso ser enterrado.
Aunque todavía no se ha definido el recorrido ni el tipo de vehículo que transportará el féretro, el Vaticano adelantó que el traslado se hará "a paso de persona", para que los ciudadanos puedan despedirse durante el trayecto.
El operativo de seguridad es uno de los más grandes de los últimos años: más de 4 mil policías estarán en las calles, junto a sistemas antidrones, francotiradores, aviones de combate y un destructor en las costas cercanas a Roma.
El sábado, después del funeral, se rezará un rosario frente a la basílica donde será sepultado el pontífice. La Capilla Sixtina y los Museos Vaticanos permanecerán cerrados desde ese día y durante el cónclave que elegirá a su sucesor.
Unos 50 jefes de Estado y 10 monarcas han confirmado su asistencia al funeral. Entre ellos estarán Donald Trump (Estados Unidos), Javier Milei (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Emmanuel Macron (Francia) y Volodímir Zelenski (Ucrania), además de representantes de organismos internacionales.
El expresidente Trump declaró que aprovechará su visita a Roma para sostener reuniones sobre temas de comercio con otros líderes que también asistirán al funeral.
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