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Alias Nino, señalado de orquestar el atentado, murió en un operativo militar en Chocó. Las interceptaciones revelaron cómo pretendían ejecutar el ataque
El asesinato del presidente Gustavo Petro era el objetivo de alias Nino, cabecilla del Clan del Golfo, quien fue abatido en un operativo de las Fuerzas Militares y la Policía en Chocó. La conspiración quedó registrada en interceptaciones obtenidas por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES), donde dos de sus hombres hablaban de la mejor manera de ejecutar el ataque: con un francotirador.


La operación se llevó a cabo el 15 de marzo en la zona rural de El Dovio, Valle del Cauca. Tropas élite del Ejército y unidades de la Policía lograron ubicar a alias Nino, quien abrió fuego contra los uniformados en un intento desesperado por escapar. La respuesta de las fuerzas del Estado fue contundente y terminó con el criminal muerto en combate.


Santander Franco Jiménez, alias Omar o Nino, tenía una trayectoria violenta en las filas del Clan del Golfo. Su historial delictivo incluía participación en las AUC y su adhesión al proyecto criminal de alias Otoniel en 2004. Fuentes de inteligencia lo señalaban como un hombre sanguinario, con un largo historial de asesinatos.


Las pruebas contra alias Nino quedaron en un expediente que detalla sus planes para atentar contra Petro. En los audios, uno de sus cómplices sugiere la opción de un francotirador, mientras que otro menciona el uso de un dron con explosivos. La captura nunca fue una opción para alias Nino. Sabía que estaba en la mira de la justicia y optó por enfrentar a los comandos, sin éxito.


Con su muerte, la estructura criminal pierde a un cabecilla clave, pero la amenaza sigue latente. Las autoridades mantienen la ofensiva para desmantelar por completo la red que planeó el atentado contra el jefe de Estado.


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