José Antonio González Ramírez, de 54 años, falleció en la clínica Uros tras presentar quebrantos de salud. Se encontraba detenido mientras se definía si su crimen sería considerado feminicidio |
El asesinato de Yessica Quevedo ocurrió el 27 de noviembre en el motel Las Acacias, en la comuna Seis de Neiva. González Ramírez había citado a la mujer en el lugar y, tras varias horas juntos, salió con la excusa de comprar comida y no regresó. Más tarde, el personal del motel encontró a la víctima sin vida en el baño de la habitación, con múltiples heridas de arma blanca.
Desde el inicio, la familia de la mujer señaló a González Ramírez como el responsable. Cuatro días después, el hombre se entregó a la Fiscalía y reconoció haber cometido el crimen, aunque argumentó defensa propia. En diciembre, un juez le impuso medida de aseguramiento en el centro de detención, mientras se definía su situación jurídica.
El caso generó controversia cuando la Procuraduría solicitó que la imputación por homicidio agravado fuera modificada a feminicidio, alegando que el crimen estuvo marcado por un factor de dominación y vulnerabilidad de la víctima. La decisión final sobre el preacuerdo que definiría su pena estaba programada para el 28 de marzo.
Sin embargo, en medio del proceso, González Ramírez comenzó a presentar complicaciones de salud. El pasado 7 de marzo fue trasladado de urgencia al centro médico Carmen Emilia Ospina y, posteriormente, remitido a la clínica Uros, donde falleció el sábado a las 4:10 de la tarde. Su muerte ocurrió antes de que se determinara su condena.
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