Post Top Ad

Ocho reses han fallecido en los últimos tres años tras comer desechos en una finca del barrio Nueva Esperanza. Propietarios piden intervención urgente.

Una situación preocupante viene ocurriendo en Montería. En los últimos tres años, ocho reses han muerto por intoxicación tras consumir desechos arrojados sin control en un predio ubicado en el barrio Nueva Esperanza. La finca Villa Clara, propiedad de una familia ganadera, se ha convertido en un botadero a cielo abierto debido a la acumulación de basura dejada por algunos residentes del sector, quienes no respetan los horarios de recolección establecidos.


Los propietarios, desesperados ante la constante contaminación y las pérdidas económicas que han sufrido, explicaron que los animales han ingerido plásticos, envases, restos de alimentos en descomposición y otros elementos altamente perjudiciales para su salud. "Cada vez que uno de nuestros animales muere, no solo enfrentamos una pérdida económica considerable, sino que también vemos cómo el problema se agrava sin que nadie haga algo al respecto", señaló uno de los afectados.


A pesar de los esfuerzos por mantener limpia la zona, los residuos siguen apareciendo, lo que ha generado preocupación no solo por la afectación al ganado, sino también por los riesgos ambientales y sanitarios para la comunidad. “No solo se trata de los animales. La acumulación de basura trae roedores, malos olores y enfermedades que pueden afectar a toda la población”, advirtió un residente cercano.


La empresa de aseo Urbaser ha establecido horarios de recolección en la zona, pero los vecinos denuncian que muchos no los respetan y depositan los desechos en cualquier momento. Ahora, los dueños de la finca hacen un llamado urgente a la Alcaldía y a la Policía para que tomen cartas en el asunto, establezcan controles más estrictos y eviten que el problema siga cobrando la vida de más animales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Top Ad