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| Erika Yanira Morales, de 20 años, quedó inmovilizada tras un ataque en 2021 y hoy lucha por acceder a una muerte digna. |
Erika Yanira Morales, una joven de 20 años de Pasto, Nariño, lleva tres años postrada en una cama. En 2021, cuando tenía 17, una pelea en una discoteca terminó en tragedia: un golpe con una botella en la cabeza la dejó cuadripléjica. Desde entonces, su vida se ha convertido en un calvario.
Pasó un año y siete meses en cuidados intensivos, y cuando despertó, ya no podía moverse. La única forma en la que se comunica es señalando letras del abecedario. Ante su deterioro físico y emocional, decidió solicitar la eutanasia, pero su EPS se la negó.
Su madre, Alba Morales, ha sido su mayor apoyo y testigo del sufrimiento de su hija. "La miré dar sus primeros pasos... es muy difícil verla así", expresó entre lágrimas.
El caso ha generado indignación y reabierto el debate sobre el acceso a la muerte digna en Colombia. En redes sociales, cientos de personas han manifestado su apoyo a Erika, exigiendo una revisión de su solicitud.
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