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Rafael Alvarado, testigo del hecho, destacó la valentía del agente
Un uniformado de la Policía del Valle del Cauca se convirtió en el héroe de Riofrío tras detectar y trasladar una motocicleta abandonada que, minutos después, fue confirmada como un artefacto explosivo cargado con pentolita.


El vehículo estaba estacionado a menos de 10 metros de una escuela donde más de un centenar de niños se encontraban en clase. Según las primeras hipótesis, la moto iba a ser detonada de manera simultánea con otras dos que sí explotaron en la zona rural del departamento.


El uniformado, sin conocer la magnitud del peligro, tomó la motocicleta y la llevó hasta una zona despejada en el parque central del municipio. Fue allí donde notó que contenía explosivos y alertó a sus superiores.


De inmediato, la zona fue acordonada y se activaron los protocolos de emergencia. Expertos en explosivos realizaron una detonación controlada, evitando una tragedia en plena zona urbana.


Rafael Alvarado, testigo del hecho, destacó la valentía del agente:


"El señor es muy grande y poderoso, que afortunadamente apareció un ángel, que fue un policía, y se dio cuenta y corrió la moto."


Las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita dar con los responsables del atentado frustrado.





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