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La Procuraduría impuso una multa de 30 días a los uniformados que sacaron a la fuerza a la mujer, junto a sus dos hijos menores, de un almacén en Cartagena

Dos años después del caso de Norelys Álvarez, una exempleada de la tienda Jon Sonen en Cartagena, que fue sacada a la fuerza de un almacén de la marca cuando reclamaba el pago de su liquidación, la Procuraduría General de la Nación confirmó la sanción de los dos uniformados de la Policía que participaron en el procedimiento.


En el fallo de primera instancia, el órgano de control impuso una sanción de 30 días de multa al subteniente Nelson Enrique Martínez Balceiro y la patrullera Yuliana Jaramillo Mazo por uso innecesario de la fuerza.


La mujer, que trabajó durante varios meses en la reconocida tienda de ropa, se encontraba en compañía de sus dos hijos menores de edad cuando, en medio de su airado reclamo, los uniformados realizaron el procedimiento y la sacaron esposada del lugar.


El organismo de control confirmó que los uniformados se extralimitaron en el uso de sus funciones durante el procedimiento, generando un perjuicio moral en las tres personas. Además, se comprobó que afectaron la imagen institucional y vulneraron los derechos de los niños que presenciaron los hechos. La falta de los dos uniformados fue calificada como leve a título de culpa gravísima.


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