El colombiano brilló en la goleada del Liverpool sobre Bayer Leverkusen, igualando la mítica hazaña de Faustino Asprilla en 1997. |
El primer gol llegó en el momento más apretado del partido, con Díaz recibiendo un pase preciso de Curtis Jones para definir con elegancia, elevando el balón por encima del arquero y directo al fondo de la red. La celebración en Anfield fue instantánea, un reconocimiento a su destreza y precisión.
El segundo tanto llegó cuando el partido ya iba 2-0, gracias a un gol de Gakpo. Un centro de Salah encontró a Díaz, quien, en perfecta calma, controló la pelota y la envió al arco con precisión quirúrgica. Para completar la hazaña, un rebote en el área se posó frente a él, y, con una finta sutil, colocó el balón en el fondo mientras su mirada se dirigía a la tribuna, como si quisiera captar la reacción del público.
Liverpool se consolidó en la Champions, y Díaz, con su actuación estelar, se llevó el aplauso de Anfield en una noche mágica. Al final del partido, el colombiano se retiró con el balón en mano, cerrando una jornada inolvidable para él, para Liverpool y para los hinchas de todo un país.
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