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 La llegada de la comitiva real y del presidente Sánchez a Paiporta provoca una fuerte protesta de los vecinos afectados por las inundaciones, que exigen respuestas y solidaridad del Gobierno.

La visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la localidad de Paiporta se transformó en un escenario de rabia y descontento. Decenas de ciudadanos recibieron a la comitiva con gritos de "fuera" y el lanzamiento de barro, reflejando su frustración ante la falta de respuestas tras el devastador temporal que dejó más de 200 muertos en la región.


Los manifestantes, que interrumpieron las labores de limpieza en las calles, expresaron su enojo con gritos de "asesinos" y arrojaron objetos, lo que llevó a un aumento de la tensión en el ambiente. En un momento crítico, un palo cayó cerca del presidente Sánchez, quien rápidamente fue rodeado por su equipo de seguridad mientras los agentes de seguridad intentaban proteger a los reyes de los ataques.


A pesar de los intentos de diálogo de los monarcas, quienes se acercaron a los jóvenes enardecidos, la frustración de los habitantes se mantuvo. Con el rostro y la ropa manchados de barro, los reyes caminaron por las calles mientras los gritos de protesta continuaban. Un escolta de la reina sufrió una herida visible en la frente, simbolizando la escalofriante tensión entre las autoridades y los ciudadanos desesperados.


La situación en Valencia sigue siendo alarmante, con miles de voluntarios y miembros del Ejército trabajando en las labores de rescate y limpieza. Sin embargo, el peligro persiste, ya que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido alertas por nuevas lluvias que podrían agravar aún más la crisis humanitaria en la región.


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