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Exasesor de Coosalud y otros implicados habrían transferido recursos públicos a cuentas en las Islas Caimán

Un escándalo de corrupción ha estallado en el sistema de salud colombiano tras la denuncia presentada por el exsuperintendente de Salud, Luis Carlos Leal, sobre la presunta desviación de millones de pesos de cuatro Entidades Promotoras de Salud (EPS) hacia cuentas en las Islas Caimán. Según el informe de 34 páginas, Mario Andrés Urán, exasesor de Coosalud EPS, habría sido clave en la malversación de estos recursos, afectando a Coosalud, Servicio Occidental de Salud, Asmet Salud EPS y Emssanar EPS, entidades ya intervenidas en su momento por problemas financieros.


La Superintendencia Nacional de Salud, tras recibir la denuncia en septiembre, llevó a cabo una serie de auditorías en varias sedes de estas EPS en Cartagena, Cali, Popayán y Pasto, donde se descubrieron irregularidades alarmantes. Según el comunicado de la entidad, Urán presuntamente aprovechó su posición para manipular contratos, realizar pagos a IPS sin justificación, y favorecer a laboratorios en compras millonarias, en conjunto con otros implicados como Indira Ocando y Tony Negrette.


La investigación reveló que Urán canalizó fondos hacia empresas en las Islas Caimán, usando entidades como Eve Distribuciones SAS para ocultar las transacciones. La Fiscalía General ya adelanta las pesquisas para esclarecer el papel de Urán y sus posibles vínculos con funcionarios públicos. La Superintendencia ha señalado la urgencia de evaluar si existen otros implicados en esta red que ha puesto en jaque los recursos del sistema de salud en Colombia, dejando en el aire una pregunta clave: ¿quién más estaría detrás de esta red de desfalco y qué papel juega el Gobierno en el control de estos recursos?



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