El ambiente en la sesión estuvo marcado por pancartas y reclamos de ciudadanos que señalaron al diputado y a su familia como beneficiarios de recursos desviados del contrato de carrotanques en La Guajira. Según las declaraciones de Osnaider Pinilla y Olmedo López, exdirectivos de la UNGRD, el representante a la Cámara Andrés Calle Aguas, hermano del diputado, habría recibido 1.000 millones de pesos en su apartamento en el barrio La Castellana, dinero que supuestamente financió las campañas de Gabriel Calle Aguas a la Gobernación de Córdoba y de su padre, Gabriel Calle Demoya, a la Alcaldía de Montelíbano.
La Corte Suprema de Justicia ya abrió una causa criminal contra Andrés Calle, mientras que la Fiscalía investiga indicios que vinculan los recursos malversados con las campañas políticas de su familia. Estas acusaciones han generado indignación en la opinión pública y en la comunidad local.
“Antes de venir a montar un circo en la Asamblea, deberían estar dando explicaciones al país sobre la plata que le entregaron a su hermano”, expresaron algunos asistentes. Además, pancartas con mensajes como “El diputado Gabriel y su padre perderán sus credenciales porque sus campañas fueron financiadas con plata de la UNGRD” resumieron el malestar ciudadano durante la sesión.
El debate, que originalmente buscaba centrar la atención en el PAE, terminó por convertirse en un escenario de reclamos hacia el clan Calle Aguas, evidenciando el impacto político y social del escándalo que amenaza con desestabilizar el panorama político en Córdoba.
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