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Dos uniformados resultaron heridos en un ataque armado en la frontera con Venezuela; los agresores huyeron hacia territorio venezolano.
Lo que comenzó como una mañana aparentemente tranquila en el barrio La Parada de Villa del Rosario, se convirtió en una escena de terror. A las 8:00 a.m., seis policías del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) que patrullaban en tres motocicletas fueron víctimas de una emboscada por presuntos miembros del ELN, en el sector conocido como La Marranera, cerca de La Playita.


Los uniformados se desplazaban por la trocha cuando se encontraron con palos atravesados en el camino. Dos de ellos descendieron de sus motocicletas para retirarlos, momento en el que fueron sorprendidos por disparos provenientes de una zona boscosa cercana. A pesar de que los policías respondieron al ataque, dos de ellos resultaron heridos por los impactos de bala en las piernas.


Según fuentes extraoficiales, uno de los miembros del GOES se salvó de un disparo letal en el pecho, gracias al chaleco antibalas y la placa de la institución, que absorbieron el impacto. “Si no hubiese sido por el chaleco y la placa, estaríamos lamentando una tragedia mayor", indicó una fuente judicial.


Ante la emboscada, los policías pidieron apoyo inmediato. Gracias al dispositivo de seguridad desplegado en la zona de La Parada, unidades adicionales de la Policía y el Gaula llegaron rápidamente para respaldar a sus compañeros. Sin embargo, el enfrentamiento con los agresores continuó por más de una hora y media.


Un testigo del hecho relató: “Era una zona de guerra. Nos escondimos en nuestras casas porque los disparos venían de todas partes”. Mientras tanto, los atacantes, que se presumen miembros del ELN, se retiraron hacia territorio venezolano, desde donde continuaron disparando contra las fuerzas colombianas.


Los heridos, identificados como el subintendente Roberto Carlos Parejo Rodríguez y el patrullero Emerson Jesús Miranda Navarro, fueron evacuados mientras sus compañeros continuaban el intercambio de disparos con los atacantes.



Este ataque pone nuevamente en evidencia que el ELN encuentra refugio en territorio venezolano, desde donde siguen atacando a las autoridades colombianas sin intervención del Ejército ni de la Guardia Nacional de ese país. La falta de cooperación por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas refuerza las denuncias de connivencia entre las autoridades de ese país y los grupos armados ilegales.


Los pasos informales fronterizos, como el de La Parada, son controlados por el ELN y otros grupos armados como el Tren de Aragua. En Cúcuta, estos grupos se disputan el control de las rutas ilegales, generando constantes enfrentamientos y peligros para los habitantes de la región.


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