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La justicia argentina desestimó la denuncia, confirmando la inocencia del delantero colombiano
El delantero colombiano Miguel Ángel Borja se encuentra en medio de una controversia legal tras ser denunciado por el Instituto Grilli, la institución educativa donde estudian sus hijos, por presuntos maltratos físicos. La rectora del colegio, Valeria Goluza, presentó una denuncia que generó gran revuelo en los medios y en la opinión pública.


La denuncia se refiere a los menores Joel, de 7 años, y Samuel, de 10, y alegaba que Borja y su esposa, Linda Pérez Martínez, habían ejercido violencia sobre ellos. Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, la Comisaría de la Mujer y la Familia de La Unión, en Ezeiza, confirmó que no había evidencia de maltrato. En un informe oficial, se comunicó que "los niños no sufren ningún tipo de violencia por parte de los padres, disponiendo que los mismos regresen con sus progenitores al domicilio".


El representante de Borja, Juan Pablo Pachón, corroboró esta información, afirmando que "se hicieron las pericias y dicen que los niños no fueron agredidos ni tienen absolutamente ningún signo de abuso".


Con el respaldo de estas conclusiones, Borja ha decidido llevar la situación un paso más allá y demandar al colegio por la falsa denuncia. Según el diario argentino Olé, el futbolista está en proceso de preparar la documentación necesaria para iniciar la acción legal contra la institución educativa que lo acusó.


La situación ha generado un amplio debate en las redes sociales y en la prensa, poniendo de manifiesto la delicadeza de las acusaciones de maltrato infantil y la importancia de manejar con responsabilidad este tipo de denuncias.


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