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El ataque ocurrió en plena vía Panamericana, cuando los funcionarios trasladaban a varios privados de la libertad. Autoridades investigan las circunstancias

En un nuevo y trágico episodio de violencia, un atentado contra una patrulla del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en el departamento del Cauca dejó un saldo de tres personas muertas, entre ellas dos guardias del Inpec y un recluso. El ataque ocurrió este jueves 17 de octubre, en el sector de Pescador, ubicado en la vía Panamericana.


Las víctimas fatales fueron identificadas como el dragoneante Michel Carlosama Pechene y el inspector Óscar Bravo Pasuy. Además, se confirmó el fallecimiento de uno de los privados de la libertad que era transportado en el vehículo oficial. Otros tres funcionarios resultaron gravemente heridos: Maricela Vega Castro, Yeisson Andrés Ramírez Machuca y Harold Augusto Guzmán Campos, quienes fueron trasladados de urgencia a centros asistenciales de la región.


Según las primeras versiones, la patrulla del Inpec fue interceptada en una emboscada mientras se dirigía a cumplir con el traslado de varios reclusos entre las ciudades de Popayán y Cali. Una ráfaga de disparos impactó el vehículo, provocando su volcamiento. Los agresores abrieron fuego indiscriminadamente, dejando a los guardias y a los reclusos a merced del ataque. Ciudadanos que transitaban por el área intentaron socorrer a los heridos en medio de la desesperación.


El presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, Óscar Robayo, denunció a través de redes sociales la falta de condiciones de seguridad para los funcionarios del Inpec, señalando que ya son 17 los guardias asesinados en lo que va del año. “Grave atentado criminal contra funcionarios del Inpec. Exigimos medidas inmediatas de seguridad para nuestros compañeros”, expresó Robayo, pidiendo respuestas al gobierno del presidente Gustavo Petro.


Este atentado resalta la grave crisis de seguridad que enfrenta el sistema penitenciario en Colombia. Los sindicatos han reiterado sus quejas por la carencia de equipos de protección como chalecos antibalas, detectores de metales y escudos, lo que convierte el trabajo de los guardias en una labor de alto riesgo.


Las autoridades se encuentran investigando los hechos, mientras que los familiares de las víctimas claman por justicia en medio del dolor.






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