La convención en Cartagena se tornó violenta con gritos de protesta y enfrentamientos físicos; la Policía intervino para asegurar la votación virtual. |
La reelección de César Gaviria como presidente del Partido Liberal desató intensas tensiones durante la IX Convención Liberal en Cartagena. Lo que comenzó como un evento de renovación política se tornó en caos cuando cientos de delegados, inconformes con el método de votación virtual, estallaron en protestas y algunos incluso llegaron a los golpes. Los militantes, que habían viajado hasta la capital de Bolívar, manifestaron su rechazo a lo que consideraron una “imposición” del expresidente Gaviria.
En medio de los disturbios, se escucharon gritos como “¡fuera Gaviria!” y “¡fuera Petro!”, reflejando un ambiente de creciente polarización no solo dentro del partido, sino también hacia el gobierno actual. Desde temprano, figuras destacadas del partido, como los congresistas Alejandro Chacón y Juan Carlos Losada, advirtieron sobre presuntas irregularidades en el proceso electoral, argumentando que se estaba favoreciendo a Gaviria. Las tensiones alcanzaron su punto álgido cuando delegados subieron a la tarima y confrontaron al expresidente, lanzando fuertes reclamos por falta de transparencia.
La situación obligó a que la Policía interviniera para custodiar la mesa directiva y controlar a los asistentes. El despliegue de seguridad fue necesario para garantizar que la votación siguiera adelante y evitar que la violencia escalara. Sin embargo, la turbulencia impidió que los candidatos dieran sus discursos y, al final, el propio Gaviria tampoco pudo dirigirse a sus seguidores tras ser reelegido.
Con su nuevo mandato, Gaviria se asegura la dirección del partido de cara a las elecciones presidenciales de 2026, en un ambiente cargado de divisiones internas y cuestionamientos que amenazan con fragmentar aún más la unidad del Partido Liberal.
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