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La situación de seguridad en la región es crítica, con fuertes repercusiones en la vida de sus habitantes.

En medio de la creciente violencia que afecta al Pacífico colombiano, una mujer identificada como Yesenia, originaria de Montería y residente en la urbanización La Gloria 2, fue una de las víctimas mortales de la masacre ocurrida en el sector de la Sagrada Familia, en la cuenca del río Naya, Buenaventura. Las autoridades investigan el ataque, atribuido a la confrontación entre el frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC y el ELN, que dejó un saldo de 12 personas fallecidas.


Yesenia, madre de dos menores que hoy quedan huérfanos, fue alcanzada por la violencia que sacude esta región estratégica, disputada por grupos armados que buscan controlar el territorio. Ana María Sanclemente, secretaria de Seguridad del Valle del Cauca, confirmó el número de víctimas, aunque las identidades de todos los fallecidos aún no han sido oficialmente verificadas.


Este trágico hecho tuvo lugar cerca de la isla Ají, en el corregimiento de Puerto Merizalde, una zona clave en la lucha por el control territorial entre actores ilegales. Las autoridades locales han convocado a un consejo de seguridad en Buenaventura con el objetivo de esclarecer los detalles del ataque y frenar el avance de la violencia en la región.


El Pacífico colombiano, y en particular Buenaventura, sigue siendo escenario de continuos enfrentamientos entre grupos armados ilegales, lo que ha generado temor y desplazamientos masivos de las comunidades locales. La situación de seguridad en la región es crítica, con fuertes repercusiones en la vida de sus habitantes.


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