La medida, que tiene una duración de seis meses, busca aprovechar el conocimiento y experiencia de los ex miembros del grupo armado en el proceso de paz. |
La designación de estos disidentes como gestores de paz tendrá una duración de seis meses y busca contribuir al proceso de paz con el Estado Mayor Central de las FARC-EP. El gobierno considera que la participación de estos gestores es esencial para estructurar los diálogos y avanzar hacia una paz duradera en el país.
Esta decisión forma parte de la política de paz integral del gobierno de Gustavo Petro, que pone énfasis en la reincorporación y reconciliación de los actores armados. Sin embargo, la medida ha suscitado opiniones divididas en la opinión pública, reflejando la complejidad del proceso en curso.
El gobierno continúa comprometido con alcanzar una paz total, convencido de que la participación de actores clave en los diálogos es crucial para cerrar el ciclo de violencia que ha afectado a Colombia durante décadas. Se espera que esta medida impulse el avance del proceso de paz con las disidencias de las FARC en los próximos meses.
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