Me toca vivir estos días en medio de mi luto, porque mi última hija se va |
Este viernes, durante la ceremonia de posesión de Iris Marín como nueva Defensora del Pueblo, el presidente Gustavo Petro compartió el dolor que siente por la decisión de su hija menor, Antonella, de 16 años, de abandonar Colombia. La partida de Antonella fue la razón principal por la cual el mandatario no asistió a una importante reunión de la justicia ordinaria en Chocó el jueves pasado.
"Me toca vivir estos días en medio de mi luto, porque mi última hija se va. No tuve la fuerza para realizar actos públicos ayer, incumplí un evento que era muy importante, pero mi corazón estaba llorando", expresó el presidente con evidente tristeza.
Petro explicó que su hija ha sido víctima de persecución psicológica, fruto de lo que describió como un "fascismo creciente en la sociedad colombiana". Esta situación ha llevado a Antonella a enfrentarse a un hostigamiento constante, tanto en las redes sociales como en su vida diaria, lo que la ha obligado a tomar la difícil decisión de dejar el país.
"Mi hija ha sufrido las consecuencias de ese fascismo creciente en nuestra sociedad, especialmente en las clases pudientes y medias altas que no entienden por qué la prioridad de un Estado debe ser acercarse y apoyar a los más vulnerables", afirmó el mandatario.
Petro recordó cómo Antonella, desde los 11 años, ha sido testigo y víctima de esta persecución, que se ha manifestado de manera constante y diaria. A pesar de la tristeza que lo embarga, el presidente explicó que su compromiso lo llevó a presentarse en El Chocó para la posesión de la nueva Defensora del Pueblo, a pesar de su dolor. "Estoy triste, vacío, desolado. Sin embargo, quise venir por mi compromiso para posesionarla a usted, Defensora del Pueblo Iris Marín", concluyó
No hay comentarios:
Publicar un comentario