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La mayoría de los medallistas colombianos, a excepción tal vez de Mariana Pajón, han superado el desplazamiento y la pobreza a través del deporte, mientras que en otros países los atletas reciben apoyo estatal o universitario.

A excepción de Mariana Pajón, conocida por su éxito en BMX, la mayoría de los medallistas colombianos provienen de contextos difíciles y encuentran en el deporte una vía de escape a la violencia y la pobreza que han marcado sus vidas. En comparación con el apoyo estructural que reciben atletas en países como China, donde el Estado financia gran parte de su preparación, o en EE.UU., donde las universidades brindan un sólido respaldo a través de sus programas deportivos, los deportistas colombianos deben enfrentar desafíos significativos. En Colombia, muchos luchan contra el desplazamiento forzado y la falta de recursos básicos, incluyendo alimentación adecuada.


Durante los Juegos Olímpicos, las últimas alegrías para la delegación colombiana fueron proporcionadas por Ángel Barajas, con solo 17 años  quien brilló en la prueba de barra fija, Yeison López y Mari Leivis Sánchez en levantamiento de pesas, y Tatiana Rentería, quien obtuvo una medalla de bronce en lucha libre estilo libre 76 kg. 


Además de las tres platas y el bronce Colombia obtuvo 14 diplomas en estos Juegos Olímpicos.


Estos atletas no solo han demostrado su talento en el escenario global, sino también su capacidad para superar obstáculos personales y sociales en su camino hacia el éxito deportivo.


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