El puente, apodado “Puente de la vergüenza” durante los 7 años en que estuvo paralizado su obra, es finalmente puesto en servicio por el Gobierno del Cambio y el DPS |
La obra, que fue detenida por razones administrativas y financieras, ha sido finalmente concluida y puesta en servicio gracias al esfuerzo del Gobierno del Cambio y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS). La inauguración marca el fin de un largo período de incertidumbre y frustración para los residentes de Baranoa, quienes enfrentaron importantes inconvenientes debido a la falta de un puente funcional.
Durante los años en que la construcción estuvo paralizada, el proyecto se convirtió en un símbolo de ineficiencia y promesas incumplidas, destacando la necesidad de una gestión más efectiva en proyectos de infraestructura. La comunidad local, cansada de las demoras, se convirtió en una voz activa en la exigencia de la finalización del puente.
El “Puente de la vergüenza” ahora se transforma en un importante nexo para la región, mejorando la conectividad y facilitando el transporte para los residentes y los negocios locales. La entrega de esta infraestructura no solo representa un avance significativo en la modernización de la red vial de Baranoa, sino que también subraya el compromiso del Gobierno del Cambio con la conclusión de proyectos pendientes y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
La inauguración del puente también simboliza la reducción de los “elefantes blancos” — proyectos de infraestructura que, a pesar de recibir financiación, permanecen incompletos y sin uso durante largos períodos. Con esta entrega, se espera que la comunidad de Baranoa experimente un alivio en su movilidad y un impulso a la economía local.
Las autoridades locales y nacionales han destacado la importancia de continuar con la ejecución efectiva de proyectos de infraestructura para evitar retrasos futuros y asegurar que las inversiones se traduzcan en beneficios tangibles para la población.
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