Desde ese fatídico día, Luis ha vivido en constante zozobra. Cada vez que se aventura a salir a las calles, es capturado y llevado a las instalaciones policiales. Lo más desconcertante de esta situación es que, al presentar sus documentos, no se encuentra ningún registro de antecedentes judiciales ni orden de captura en su contra, lo que resulta en su inmediata liberación por falta de cargos.
Esta injusta situación ha dejado a Luis sin la posibilidad de trabajar y ha limitado su vida social, ya que nadie se atreve a contratarlo debido al temor de sufrir represalias. Los carteles que lo señalan ofrecen una recompensa por su captura, lo que aumenta la preocupación de Luis, especialmente porque dos de las seis personas buscadas han sido asesinadas.
A pesar de los esfuerzos de Luis por resolver su situación, incluyendo acercarse a las instalaciones de la fiscalía y hacer llamados a juzgados y personerías, no ha recibido respuesta alguna. Su caso ejemplifica la trágica realidad que muchos inocentes enfrentan en Colombia, donde son víctimas de falsos positivos.
Es imperativo que esta noticia llegue a todos los rincones para que se pueda esclarecer la situación de Luis Guillermo Mendoza Pérez y su familia. Un pequeño niño se pregunta por qué su papá aparece en esas fotos, lo que refleja el impacto que esta injusticia tiene en toda una familia cordobesa.
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