El agresor, capturado en un centro de protección, negó los cargos pese al contundente reporte médico que señaló 25 días de incapacidad para el niño. Espinel habría golpeado al pequeño repetidamente en la cabeza con un objeto contundente, argumentando que el niño se había orinado en la cama.
La madre del menor se encontraba trabajando en el momento de la agresión, dejando al niño solo con su padrastro. A pesar de los intentos del agresor por culpar al hermanito del niño, el informe médico reveló su presunta culpabilidad.
El pequeño permanece hospitalizado debido a la gravedad de las lesiones, con los médicos advirtiendo que un golpe adicional podría haber sido fatal. La justicia actúa con firmeza ante casos de violencia intrafamiliar, protegiendo a los más vulnerables de nuestra sociedad.
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