Un oscuro episodio que aún marca a una comunidad olvidada por la justicia y el reconocimiento. |
El trágico suceso tuvo lugar durante una fiesta de pueblo en Domingo de Resurrección, momento de jolgorio y celebración en la región. Los Magníficos, en su búsqueda de un objetivo específico, abrieron fuego indiscriminadamente contra la multitud, sin importar la presencia de mujeres, niños o ancianos. Aunque algunos medios inicialmente reportaron un número menor de víctimas, la realidad superó ampliamente estas cifras, con más de 40 vidas muertas por la violencia.
A lo largo de estos 36 años, La Mejor Esquina ha quedado marcada por la tragedia, convirtiéndose en un pueblo fantasma, olvidado por los gobiernos y sumido en la impunidad. La vieja iglesia, testigo muda de aquellos horrores, es ahora el único vestigio que recuerda a las víctimas sacrificadas. A pesar del tiempo transcurrido, la justicia y el reconocimiento para estas personas y su comunidad siguen siendo una asignatura pendiente en la historia de Colombia.
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