Papa Francisco expresa su pesar por la muerte de dos miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó en Colombia. |
El Papa Francisco rindió homenaje este domingo a las últimas víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó en Colombia: una mujer y un niño de 14 años que fueron brutalmente asesinados por desconocidos el pasado martes.
Al finalizar el rezo del Ángelus después de la Misa de Domingo de Ramos, el pontífice expresó su cercanía a la comunidad de San José de Apartadó, destacando el compromiso ejemplar de esta comunidad con la economía solidaria, la paz y los derechos humanos, por el cual fueron premiados en 2018.
El Papa Francisco, quien decidió no pronunciar la homilía durante la misa anterior debido a problemas de salud, leyó este mensaje para recordar a Nallely Sepúlveda y al niño Edison David, miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, cuyas vidas fueron segadas en un acto de violencia incomprensible.
El crimen ocurrió en el municipio de Apartadó, en el departamento de Antioquia, donde horas antes se encontraba el presidente colombiano, Gustavo Petro, en un acto de gobierno. Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), conocidas como Clan del Golfo, operan en la región donde se perpetró este atroz crimen, buscando revivir el paramilitarismo en el noroeste del país.
Durante su visita a la Comunidad de Paz, el presidente Petro propuso una "negociación legal" entre el Clan del Golfo y la Fiscalía para poner fin a los negocios ilícitos de ese grupo, abriendo así la posibilidad de nuevos diálogos de paz en la región.
El asesinato de los miembros de la Comunidad de Paz ocurrió el martes 19 de marzo, en una casa de la vereda La Esperanza, en San José de Apartadó, donde quedaron tendidos los dos cuerpos de una mujer y un menor de edad, a quienes les dispararon en la cabeza por desconocidos. Ante el retraso con la inspección judicial, los mismos campesinos envolvieron en hamacas a las dos víctimas –esposa y hermano del coordinador humanitario de la Comunidad de Paz– y en lomo de mula trasladaron los cuerpos sin vida pasando por ríos y trochas durante seis horas.
Esta decisión fue tomada luego de esperar la llegada de los peritos judiciales que se harían cargo del proceso, según denunciaron a través de sus redes sociales. “A pesar de que hemos autorizado a las autoridades el ingreso al sitio no han llegado. La Comunidad se verá en la obligación de levantar los cuerpos como en otras ocasiones por la inutilidad del Gobierno”, se lee en el comunicado antes del traslado.
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