Las investigaciones revelan que "La Madrina" habría sobrevivido a cinco intentos de asesinato por parte de las mafias europeas, lo que la llevó a regresar a Medellín, donde finalmente fue aprehendida.
Con un prontuario criminal de más de 20 años, "La Madrina" ingresaba dinero ilícito desde el año 2000, relacionándose estrechamente con Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, líder del Clan del Golfo en ese momento. Su influencia se extendía hasta los carteles de la península balcánica, a los cuales facilitaba el envío de drogas desde Colombia.
La organización de "La Madrina" en los Balcanes ha ganado poder, desatando conflictos con rivales locales. Los constantes intentos de asesinato la llevaron a refugiarse en Colombia en 2020, donde llevaba una vida aparentemente normal mientras coordinaba actividades ilícitas desde su apartamento, protegida por vehículos blindados y personal de seguridad.
Su detención marca un golpe significativo contra el narcotráfico de alto perfil, aunque las autoridades continúan investigando sus redes y actividades ilícitas.
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