En San Vicente del Caguán, municipio ganadero por excelencia en el departamento de Caquetá, se vio golpeado por una tragedia. Una fuerte tormenta eléctrica, resultó fatal para más de 30 cabezas de ganado que se encontraban resguardadas bajo un árbol en la vereda Caño Azul, zona rural del municipio.
El fenómeno natural, que suele ser tanto un aliado como un enemigo para los ganaderos, se convirtió en un cruel destructor en esta ocasión. Las redes sociales fueron la vía por la cual la noticia se propagó, generando gran consternación entre la comunidad local y más allá de las fronteras del municipio.
La tragedia que se registró la noche del pasado 2 de febrero,afectó no solo a los ganaderos en términos económicos, sino también emocionales, pues representan el esfuerzo y cuidado de meses e incluso años. Las autoridades locales y los medios de comunicación han confirmado la muerte de 34 becerros en este incidente, generando una profunda preocupación en la región.
La comunidad ganadera de San Vicente del Caguán enfrenta la dualidad de la naturaleza, donde la falta de agua representa una amenaza, pero las lluvias torrenciales también pueden resultar mortales.
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