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La hazaña tuvo lugar el sábado 23 de diciembre en la tarde, convirtiéndose en un regalo de Navidad anticipado para Don Herminio. Con determinación, tiró de la caña sin dudar cuando sintió la picada, asegurando la captura del pez. Explicó que es crucial no aflojar el anzuelo, ya que estos animales tienden a soltarse. Una vez en la orilla, la cachama de 14 kilos llamó la atención de los ciudadanos, quienes observaron cómo Don Herminio la amarraba en un palo antes de dirigirse a su casa en la margen izquierda.
Esta proeza no solo destaca la destreza de Don Herminio, sino también la biodiversidad de la región y la conexión comunitaria con los recursos naturales. Es un recordatorio de la riqueza que el río Sinú brinda y del papel vital que juegan los pescadores locales en preservar esta relación armoniosa con la naturaleza.
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