La comunidad de Montería está alarmada ante la fuga de dos presos en un corto período de tiempo. Estos incidentes han planteado serias preguntas sobre la seguridad y la capacidad de las autoridades para mantener a los reclusos bajo control.
El primer caso involucra a un presunto delincuente que logró escapar de la custodia de la Policía Metropolitana mientras estaba bajo atención médica en un centro psiquiátrico de Montería. Inicialmente, el fugitivo se encontraba recluido en el Centro de Detención Transitoria, pero debido a un episodio de intoxicación, fue remitido a un centro asistencial. Lamentablemente, la falta de coordinación en el centro médico permitió su fuga, y hasta el momento, las autoridades no han podido dar con su paradero.
El segundo caso tuvo lugar en la Cárcel Las Mercedes, bajo la responsabilidad del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC). Un recluso condenado a 25 años por diversos delitos fue sacado de la prisión supuestamente para realizar tareas de embellecimiento en la comunidad. Aprovechando un descubierto en la supervisión, el prisionero, identificado como Juan Carlos Duque Cortez, se fugó en un taxi. Duque Cortez cumplió su condena desde 2008 y estaba siendo atendido en el marco de la Justicia Especial Para la Paz (JEP).
Estos incidentes han generado preocupación entre la población, que teme por su seguridad. Las autoridades locales han intensificado los esfuerzos para recapturar a los fugitivos y garantizar la tranquilidad de la comunidad. Sin embargo, estos casos subrayan la necesidad de revisar y mejorar los procedimientos de seguridad en los centros de reclusión.
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