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El creciente aumento de la inseguridad en la ciudad de Cali ha llevado a que los residentes se sientan cada vez más preocupados por su seguridad. Los delitos, como el hurto, la extorsión y el homicidio, continúan siendo una fuente constante de preocupación. En lo que va del año 2023, se han denunciado 15,638 robos a personas en la ciudad, y esta cifra podría ser significativamente mayor si se consideran las víctimas que no denuncian estos delitos a las autoridades.


Ante esta situación, algunos residentes han decidido tomar la justicia en sus propias manos. El caso más reciente ocurrió en el barrio Versalles, al norte de Cali, donde un par de hombres en moto, conocidos como "motoladrones", intentaron cometer un robo a un ciudadano. Sin embargo, este ciudadano se defendió utilizando un arma y logró herir a los ladrones, quienes huyeron del lugar, dejando su moto atrás.


La reacción de la comunidad fue inmediata. Los residentes, cansados ​​de la inseguridad que enfrentan, aprendieron fuego a la moto, cascos incluidos, como un acto de represalia contra los delincuentes. Este incidente fue grabado en video y compartido en las redes sociales, lo que muestra la creciente frustración de la comunidad frente a la inseguridad.


La situación plantea desafíos importantes para las autoridades de Cali, ya que deben abordar no solo la creciente ola de inseguridad, sino también la percepción de que la justicia no se está haciendo efectiva. La falta de confianza en las instituciones encargadas de mantener el orden y la seguridad pública ha llevado a algunos ciudadanos a recurrir a la justicia por mano propia como una forma de protegerse a sí mismos ya sus comunidades.



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