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En el lugar de trabajo, donde se espera un ambiente seguro, a veces ocurren sorpresas desagradables. En las oficinas de Air-e, ubicadas en el barrio Country de Barranquilla, una empleada vivió una experiencia violenta que puso en peligro su integridad física.


Lo que fue captado por una cámara de seguridad muestra el momento en que un cliente, que inicialmente buscaba atención, se convirtió en una amenaza, causando daños materiales y emocionales en el entorno laboral.


El incidente tuvo lugar en la calle 77 con la carrera 59B esquina en el norte de Barranquilla. Una agente comercial se encontraba atendiendo a un cliente cuando la situación se volvió violenta de repente.


Sin previo aviso, el cliente pasó de estar tranquilo a protagonizar un episodio de agresión. Lo que comenzó como una conversación rutinaria de atención al cliente pronto se convirtió en una pesadilla para la empleada de Air-e.


El cliente, sin motivo aparente, comenzó a lanzar insultos a la agente comercial, desencadenando una escalada de violencia que nadie esperaba. En un momento de furia incontrolada, pateó el mobiliario de la oficina, causando daños significativos y rompiendo un acrílico.


En medio del caos, la vida de la agente comercial estuvo en grave peligro cuando el agresor amenazó con usar el acrílico como arma. Sin embargo, la funcionaria no se dejó vencer por el miedo. Con rapidez y determinación, se levantó de su puesto y logró esquivar el intento de agresión, evitando así una herida potencialmente grave.


En respuesta a esta situación, la empresa anunció que ofrecerá acompañamiento jurídico a la funcionaria, quien sufrió un shock nervioso debido a los hechos. Además, el gerente de Air-e en el Atlántico, Ramiro Castilla Andrade, rechazó enérgicamente la actitud violenta del usuario y señaló que, aunque se atendió al cliente de manera oportuna y cordial, los daños materiales estuvieron a punto de afectar la integridad de la funcionaria.



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