Besaile ha expresado su disposición de aceptar los cargos imputados por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, programando una diligencia para la próxima semana. Los delitos que se espera que reconozca incluyen concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Estos cargos están vinculados a un entramado ilegal durante el período 2012-2015, en medio de la campaña electoral para alcaldes y gobernadores, cuando Alejandro Lyons aspiraba a la Gobernación de Córdoba. Se alega que involucraron la desviación de fondos del departamento a través de maniobras burocráticas y manipulación de los procesos de contratación, afectando incluso convenios de ciencia y tecnología financiados por Colciencias, así como recursos del Sistema General de Participaciones.
Un aspecto destacado del caso es el "cartel de la Hemofilia", que llevó a Besaile y Lyons a enfrentar juicio ante la Sala de Primera Instancia. Este cartel se caracterizó por crear registros falsos de pacientes con hemofilia para justificar pagos irregulares.
Besaile habría recibido ilegalmente la asombrosa suma de 2.350 millones de pesos del erario de Córdoba. Esta revelación sorprende, ya que previamente había negado su participación en el desfalco. Su disposición a aceptar cargos podría tener importantes implicaciones en el caso y en la percepción pública de su involucramiento en este escándalo de corrupción.
El exsenador busca un cambio inesperado en el caso al expresar su voluntad de aceptar cargos por el millonario destino en Córdoba, lo que tendrá impactantes repercusiones en su desarrollo. Además, ha intentado obtener un beneficio jurídico al colaborar en el caso del cartel de la toga, revelando detalles de otros implicados en procesos penales y confesando haber entregado dinero a un magistrado para evitar su captura por parapolítica.
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