Amaury Romero, residente del barrio Villa Cielo, Montería, es un testimonio vivo de perseverancia y superación. En el año 2016, su vida dio un giro inesperado cuando sufrió un grave accidente de tránsito en la carretera que conecta Montería con Tierralta,Córdoba perdiendo su pierna izquierda. Sin embargo, esta tragedia no lo detuvo ni lo desanimó; en cambio, lo motivó a ser un modelo a seguir para su familia y la comunidad.
A pesar de la pérdida de su extremidad, Amaury ha seguido desempeñando sus roles como padre y sostén de su familia con una valentía y determinación admirables. Cada día, lo encontramos en su moto, transitando por la extensión de la calle 41, cerca de la glorieta de la terminal, un camino que conecta su hogar con en el barrio Villa Melisa donde labora como vendedor ambulante.
Lo que hace que Amaury sea aún más notable es la forma en que sortea los desafíos cotidianos. A través de una ingeniosa adaptación, realiza los cambios de la moto, que normalmente se hacen con el pie izquierdo, utilizando una barra especial para maniobrarla con destreza y habilidad usando su mano izquierda. Esta solución ingeniosa le permite llevar a cabo sus actividades diarias y ganarse la vida.
El sustento de Amaury proviene de la venta de mangos, una pequeña pero valiosa fuente de ingresos que le permite ganar entre 30.000 y 40.000 pesos al día. Con determinación y esfuerzo, demuestra que las limitaciones físicas no son barreras insuperables y que la voluntad y la creatividad pueden abrir nuevos caminos hacia el éxito y la autosuficiencia.
Amaury Romero es un ejemplo inspirador para todos nosotros, recordándonos que la adversidad puede ser superada con coraje y determinación. Su historia es un testimonio de que, en medio de las dificultades, aún podemos encontrar oportunidades y motivación para seguir adelante y construir un futuro mejor.
A diario se registran accidentes de tránsito en Córdoba, siendo los motociclistas y sus acompañantes los actores viales que más se ven perjudicados en este tipo de hechos, ya que debido al tipo de medio de transporte, estas personas cuentan con menos protección que un conductor de un vehículo cerrado, como carros, buses o camiones.
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