La rápida reacción de la comunidad fue fundamental para alertar a las autoridades y evitar una tragedia aún mayor. Gritando desesperadamente: "¡Se va a tirar!", trataban de llamar la atención de la mujer y concientizarla sobre la gravedad de su decisión.
Ante la situación de emergencia, agentes de la policía y miembros del cuerpo de bomberos se movilizaron rápidamente hacia el puente metálico con el objetivo de persuadir a la mujer y brindarle apoyo emocional. Con palabras de aliento y empatía, intentaron convencerla de desistir de su intención y buscar ayuda profesional para superar sus problemas.
Durante varios minutos, la tensión se mantuvo en el aire mientras los expertos en negociación establecían un diálogo con la mujer para hacerla desistir de tan trágica decisión. La policía estableció un perímetro de seguridad para evitar cualquier riesgo adicional y mantener a los curiosos a una distancia segura.
A pesar del rescate exitoso y el desenlace sin víctimas, el incidente generó un gigantesco trancón en la zona, causando congestión vehicular en las principales vías cercanas al puente metálico. Los conductores y transeúntes tuvieron que ser pacientes y comprensivos ante la situación, comprendiendo la importancia de salvaguardar la vida de la mujer en peligro.
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