En un importante avance para la búsqueda de la verdad y la justicia en Colombia, se ha descubierto una fosa común con aproximadamente 200 cuerpos en el lugar indicado por Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, durante una audiencia con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Este macabro hallazgo tuvo lugar en Juan Frío, una zona cercana a la frontera con Venezuela, en el departamento de Norte de Santander.
Salvatore Mancuso, quien fue comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), brindó información detallada sobre la existencia de este pseudo cementerio, señalando que las Fuerzas Militares tenían conocimiento de su ubicación. Ante estas revelaciones, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas ha iniciado las diligencias necesarias para avanzar en la investigación, la cual se lleva a cabo con un enfoque humanitario y extrajudicial.
Las autoridades han tomado precauciones al realizar las primeras acciones en el terreno para no perturbar el sitio, y se espera que se establezcan coordinaciones internacionales con el país vecino para involucrar a expertos forenses de ambas naciones en las labores pertinentes.
Es importante destacar que, durante las audiencias, la JEP hizo referencia a la presunta implicación de autoridades del Estado en estos hechos, indicando que "la orden de desaparecer a estas personas vino de la Fuerza Pública". Los paramilitares buscaban generar un clima de castigo, dolor y terror en la población al dejar los cuerpos a la vista de todos, con el objetivo de desalentar el apoyo a los grupos guerrilleros.
La JEP está evaluando la veracidad de las declaraciones de Salvatore Mancuso y le ha solicitado información adicional y detalles más precisos sobre los hechos y los nombres mencionados durante las audiencias. Se le ha otorgado un plazo de 30 días hábiles para proporcionar esta información adicional.
Ante este impactante descubrimiento, el presidente Gustavo Petro se pronunció a través de las redes sociales, expresando su indignación y compromiso con la justicia. Manifestó su determinación de buscar todas las formas posibles para que los cuerpos sean identificados y entregados a sus familias, y para evitar que los responsables de estos crímenes vuelvan a ocupar cargos de poder.
Este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de seguir trabajando en la construcción de la verdad, la memoria y la reconciliación en Colombia, así como de garantizar la justicia para las víctimas y prevenir la repetición de hechos tan dolorosos en el futuro.
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