A pesar de los esfuerzos por depositar material y construir un Jarillón para tapar el boquete que ha causado las inundaciones en cuatro departamentos, la lentitud en los trabajos ha sido evidente. Los recursos invertidos, aproximadamente 4.500 millones de pesos provenientes de las administraciones de Sucre y Bolívar, no han sido suficientes, ya que aún faltan los mil millones de pesos prometidos por la Gobernación de Córdoba.
El coordinador de Gestión de Riesgos de Sucre había informado previamente sobre los avances en las obras, incluyendo la conformación de playas con el material de las dragas y la colocación de megabolsas para contener el agua. Sin embargo, la realidad actual demuestra que las decisiones tomadas no han sido las más acertadas, según líderes y veedores de los trabajos.
Aníbal Janna, líder de la región, señala que se ha trabajado en un lugar equivocado, a pesar de las sugerencias de la comunidad. Esto ha llevado a que el río se lleve parte del material depositado, dejando a las comunidades desprotegidas y expuestas a nuevas inundaciones.
Ahora, se espera que el nivel del río Cauca baje nuevamente para retomar los trabajos y buscar el cierre efectivo en Cara de Gato. Mientras tanto, las poblaciones ubicadas aguas abajo, como Guaranda , Majagual (Sucre), Ayapel (Córdoba), y Nechí (Antioquia), permanecen expuestas a futuras inundaciones, aumentando el riesgo para sus habitantes.
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