En Aracataca, Magdalena, el padre Arnaldo Ferreira, párroco de la Iglesia San José, ha revolucionado la forma de llevar a cabo la evangelización, demostrando que no existen barreras para difundir el mensaje de optimismo y lograr un cambio positivo en la vida de los jóvenes.
Adaptándose a las nuevas generaciones y comprendiendo que esperar a que los jóvenes acudan a la iglesia no siempre es efectivo, el padre Ferreira decidió salir a las calles, esquinas y discotecas para buscar a los jóvenes en su propio entorno.
El pasado viernes, el sacerdote se trasladó a una reconocida discoteca del municipio, donde evangelizó a más de 300 jóvenes a través de música y dinámicas. Consciente de la importancia de acercarse a la juventud de manera innovadora, el padre Ferreira expresó: "Aquí en Aracataca, todo puede ser posible y lo mágico se vuelve real. Es hora de que, si los jóvenes no vienen a la iglesia, nosotros vayamos a donde están ellos".
Durante su prédica, el sacerdote brindó consejos y transmitió mensajes cálidos y diferentes, enfatizando la necesidad de que los sacerdotes estén conectados con la juventud y la realidad que vive el país. Para él, ser un sacerdote ungido de juventud implica comprender las inquietudes y desafíos que enfrentan los jóvenes en la actualidad.
Esta iniciativa del padre Arnaldo Ferreira en Aracataca demuestra su compromiso y creatividad para acercar el mensaje religioso a los jóvenes, reconociendo la importancia de adaptarse a los cambios sociales y culturales. Su labor evangelizadora en lugares no convencionales es un ejemplo de que la fe y la esperanza pueden traspasar cualquier barrera, llegando a quienes más lo necesitan y generando un impacto positivo en sus vidas.
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