Testigos presenciales relatan que la mujer se encontraba en un estado de exaltación y comenzó a atacar las imágenes ante la mirada asombrada y temerosa de los fieles que se encontraban en la iglesia. A pesar de los intentos de detenerla, fue necesaria la intervención de la policía para sacarla del lugar, mientras ella profería insultos contra el sacerdote y los creyentes.
Según algunos informes, esta no sería la primera vez que la mujer protagoniza incidentes similares, ya que se le ha visto insultando y atacando a otras personas en diferentes lugares del municipio. Algunas personas sugieren que podría estar enfrentando problemas mentales.
El padre de la iglesia San Antonio lamentó profundamente lo ocurrido y solicitó a las autoridades competentes que tomen medidas para evitar que se repitan este tipo de situaciones perturbadoras. La comunidad religiosa se encuentra consternada por lo sucedido y hace un llamado al respeto hacia las imágenes sagradas que son parte importante de su fe.
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