Durante las audiencias, Mancuso había señalado que su influencia llegó a incidir en elecciones presidenciales, mencionando específicamente a Pastrana y Uribe. En respuesta, ambos políticos cuestionaron sus declaraciones en redes sociales, tildando a Mancuso de "condenado criminal" y acusándolo de difundir una "verdad amañada para hacer daño con intereses políticos".
En sus minutos finales ante la JEP, Mancuso aprovechó para ofrecer perdón a las víctimas y reafirmar su compromiso con actos restaurativos. También respondió a aquellos que ponen en duda su testimonio. Recordó que las atrocidades cometidas durante el conflicto armado fueron instigadas por políticos, funcionarios públicos y destacados miembros de la sociedad civil que ahora buscan desmentir una verdad que los afecta.
Es evidente que las palabras de Mancuso han generado controversia y reacciones encontradas, poniendo en evidencia la tensión y la importancia de enfrentar la verdad en el proceso de construcción de paz en el país.
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