La triste historia de Nelly Marín de Álvarez, una mujer de 78 años de edad, comenzó después de que su hija falleciera en un accidente de tránsito. Marín ha vivido por más de 19 años en una casa ubicada en el barrio Villas de Navarra, en Piedecuesta (Santander), la cual ella venía pagando. Sin embargo, su ex yerno, el exesposo de su hija, se dedicó a reclamar el predio, y una jueza del municipio, en compañía de la policía, llegaron con una orden de desalojo y dictaminaron que Marín no podía entrar hasta que la Corte Suprema emitiera el fallo y estableciera a quién le corresponde la vivienda.
Desde diciembre, los vecinos del barrio han evidenciado la tristeza de la mujer al querer recuperar su casa. No le permitieron sacar su ropa ni sus pertenencias. Por un tiempo, estuvo durmiendo en la entrada de su casa, a la intemperie, pues la jueza le puso un candado para evitar que ella entrara. Según narran quienes la han visto deambular por varios meses en la zona, ella vino pagando el impuesto predial de la casa y los servicios. Incluso, el exesposo de su hija jamás ha ido a la vivienda por lo que permanece vacía con todas las cosas de la señora de 78 años.
La mujer no cuenta con buena salud, se ha adelgazado y la tristeza la invade sin saber qué hacer con su vida, pues ni el municipio de Piedecuesta se ha apiadado del caso. Los vecinos han ofrecido posada, hasta alimento, ropa y lo necesario para que pueda bañarse y lavar sus prendas. La comunidad ha puesto pancartas exigiendo los derechos de la adulta mayor, quien cuenta con el apoyo de un abogado defensor, que está apelando por la decisión de la jueza.
En caso de que le otorguen la casa al hombre, la comunidad manifiesta que van a entrar a la fuerza y sacar las cosas de ella. La situación ha generado indignación en las redes sociales, donde los usuarios piden justicia para Nelly Marín de Álvarez y exigen a las autoridades que se hagan responsables y tomen medidas para garantizar los derechos de la adulta mayor.
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