Álvaro Galán Amado, un peluquero reconocido que solía trabajar con la clase alta de Montería, ha sido descubierto en medio de una serie de escándalos que han causado conmoción en la ciudad. A pesar de haber iniciado su actividad empresarial con cuatro sedes, perdió todo su patrimonio de la noche a la mañana.
Galán Amado aprovechó su influencia en los círculos sociales para solicitar favores relacionados con grandes sumas de dinero, ofreciendo participaciones en su empresa y ganancias futuras a quienes aceptaran su propuesta.
En 2016, el nombre de Galán Amado apareció en la prensa por un grave accidente de tránsito que afectó varias viviendas en el barrio La Castellana. Desde entonces, varias personas que trabajaron con él han presentado denuncias que van desde acoso laboral hasta incumplimiento de honorarios, contratación de menores de edad, agresión verbal y falta de garantías en la contratación.
Una extrabajadora, a la que llamaremos Ana por seguridad, asegurará que fue despedida estando embarazada por su jefe de entonces, quien incluso le ofreció pastillas para abortar. Ana presentó una denuncia formal ante el Ministerio del Trabajo. Actualmente, Galán Amado enfrenta 31 procesos legales por la presunta comisión de delitos relacionados con estafas.
Desde que inició la investigación, se han recibido quejas y denuncias de ciudadanos, incluyendo una influencer local a la que Galán Amado le debía dinero y, al cobrárselo, la maltrató verbalmente y le podrían tener relaciones sexuales a cambio del pago. Los propietarios de su antiguo local en el barrio La Castellana también han denunciado que les dejaron una deuda de 28 millones de pesos en arriendo y servicios desde 2020.
La expareja de Galán Amado en Lorica ha iniciado un proceso judicial para fijar la cuota alimentaria de su hija menor, que él no ha cumplido. Sus víctimas están en una gran incertidumbre y han afirmado que Galán Amado los ha intimidado, iniciando una campaña para desprestigiarlos y evadir sus obligaciones económicas.
Las autoridades han sido alertadas debido a que Galán Amado habría manifestado su intención de fugarse a Costa Rica o Estados Unidos, donde se encuentran refugiados sus hijos mayores tras un desfalco económico a empresarios en Bogotá. Los procesos judiciales se encuentran actualmente en despachos de Montería, Barranquilla y Bogotá, lugares donde Galán Amado implementó el mismo modus operandi.
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