Medellín, Colombia - La muerte del sacerdote Javier Eduardo González Pertuz, quien apareció muerto el 3 de febrero en un establecimiento comercial de la carrera 70, sigue siendo un misterio. Las primeras pruebas especializadas de toxicología realizadas para conocer si alguna sustancia habría causado la muerte del sacerdote, no arrojaron ningún resultado concluyente, según indicaron investigadores allegados al caso.
Las pruebas incluyeron muestras de orina, sangre y frotis nasal, pero el resultado fue "negativo para sustancias". Por lo tanto, los investigadores han determinado que se deben realizar otras pruebas más profundas en la sede de Medicina Legal de Bogotá.
El padre Javier había salido del Seminario Misionero San José el viernes anterior a su muerte y se encontró con otro hombre en el establecimiento comercial donde se sentaron a compartir algunas bebidas. Después de un momento, el desconocido salió llevándose el celular, reloj y billetera del sacerdote, mientras este estaba desplomado sobre la mesa. Más tarde se descubrió que González estaba muerto.
Las autoridades continúan investigando para dar con el acompañante de González y estudian huellas dactilares y cámaras de seguridad de la zona. La comunidad religiosa de Medellín está afectada por la muerte del sacerdote González.
La muerte del sacerdote González es una noticia triste para la comunidad religiosa de Medellín, y esperamos que la investigación permita aclarar las circunstancias de su deceso.
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