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Poco a poco
, 200 tortugas empezaron a recorrer a paso lento las aguas del río Sinú. Allí regresaron a su hábitat natural.



Una carrera presurosa por un banco de arena marcó el inicio de su nueva vida en el lecho del Sinú. 200 neonatos salieron del criadero Econbiba luego de meses de incubación y esmerado cuidado.




El lote liberado elevó a veinte mil los neonatos liberados desde que Luis Carlos Negrete emprendió el proyecto defensor y conservasionista de la especie bajo amenaza de extinción.




Con un mensaje de conciencia vinculó a los cazadores, hoy convertidos en defensores a través de Econbiba, con sede en el corregimiento Cotocá Arriba, entre el río Sinú y la Ciénaga de Bañó, escenario natural para avistamiento de aves.




Sostiene su líder ambientalista que este año son dos mil las unidades liberadas en las aguas del Sinú; aguas abajo, en Caño Viejo, Lorica, la familia Viga también libera tortugas criadas en incubadoras artificiales.


A seguir el ciclo

Luego del último lote, ahora sigue otro grupo que permanece en la incubadora artificial de la cooperativa, donde les brindan la temperatura ideal hasta que los neonatos rompan la cáscara: señal de que ya están listos para nadar en el Sinú y continuar el ciclo de crecimiento y reproducción de la especie, bajo el celoso cuidado de pescadores conservasionistas.



En el Día Internacional de la Tortuga de río, la banda infantil Ángeles del Cielo encabezó el carnaval de la vida desde la incubadora, hasta su hábitat.














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